La solución es más democracia: Democracia Formal, verdadera, real, eso que la gente desconoce lo que es, porque la confunde con la Justicia Social. Y ésta es consecuencia de aquélla, no es en sí misma la propia democracia.
La Democracia son cuatro cosas, pero muy claras:
1. Sufragio universal, libre y secreto.
2. Independencia de poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial desde las propias urnas, en separadas votaciones también en el tiempo.
3. Representatividad, conocimiento objetivo de qué diputado representa a cada persona concreta, lo que se consigue con las circunscripciones unidiputacionales y con el control del diputado desde la Asamblea Ciudadana Diputacional, cuyo mandato sobre el diputado es imperativo. El diputado (palabra que significa recadero) debe servir a su Asamblea, no al contrario. Lo que se consigue cuando el diputado cobra directamente de la Asamblea, no del Estado. De modo que el Congreso de los Diputados (no hace falta Senado) no pertenece al Estado, sino al Pueblo.
4. Procedimiento claro para deponer en cualquier momento a un diputado corrupto o que incumple el mandato imperativo de su cuerpo electoral. A denuncia de la Asamblea, y con voto en una proporción determinada, el diputado es llevado ante la Judicatura competente, le es retirada su acta de diputado y es puesto a disposición judicial para que se depuren sus responsabilidades civiles y penales, si las hubiera.
La partitocracia cleptocrática española incumple las condiciones 2, 3 y 4.
La 2, porque el Parlamento elige al Presidente del Gobierno; y porque éste, igual que muchos de sus ministros, pertenece simultáneamente a los poderes Ejecutivo y Legislativo (¿Qué independencia de poderes puede haber, pues?).
La 3, porque el sistema de listas de partido (da igual si son abiertas o cerradas, eso es un truco para despistar a los incautos) impide conocer a TU diputado, al que puedes exigir y deponer. ¿Cómo puedes deponer a alguien que no sabes si te representa? ¿Cómo puedes deponer a alguien de una lista si no es posible saber ni siquiera si lo has votado, puesto que tu voto es secreto? ¿No ves que sus opositores tratarían de deponerlo si ello fuera posible?
La 4, porque nadie puede deponer a un diputado, ni siquiera el Jefe del Partido puede. La consecuencia son los casos de transfuguismo sin castigo ciudadano, diputados que traicionan no ya a la gente, con la que no tienen ningún compromiso medible, sino a su formación política.
Por lo tanto, en España NO EXISTE UNA DEMOCRACIA, sino una putocracia, un régimen oligárquico de partidos. Los jefes de partido mandan sobre toda su formación, de modo que el Parlamento es innecesario. Los jefes podrían reunirse en un bar y votar las leyes ellos solos, no ya sin participación del Pueblo, sino ni siquiera de sus diputados, puesto que son mudos, sordos y ciegos, pero obedientes. ¿Qué hacen entonces en la Política? Lo que aclaró el diputado Zaplana: "Yo estoy en la política para forrarme". Pero lo mismo podría decir cualquier otro diputado, sea de la formación que sea, con honrosas excepciones, como Anguita, Labordeta o Coscubiela y algún otro.
Ha llegado el momento de cambiar todo esto.
Pero no pidamos otra cosa más que DEMOCRACIA FORMAL. El resto viene solo. Y el que diga lo contrario, enreda a los lectores por maldad o por ignorancia.
Si no hacemos todo esto, la Troika se saldrá con la suya, llegará la "ayuda" del FMI (que en vez de un salvavidas nos arrojará una piedra de molino al cuello) consistente en cambiar la deuda de bolsillo e incrementar los intereses. España se convertirá en un país pobre, inculto, con servicios públicos deficientes y sin otro trabajo que los servicios a jubilados y turistas a bajo precio.
¿Es eso lo que queréis? ¡Pues en marcha!