Bahía de Ha-long, en Vietnam
He estado dudando hasta el último momento de escribir este post porque en el fondo, y aunque le critique, le estoy haciendo más publicidad aBernard Weber, el listo empresario que inventó el negocio de la elección popular de las siete maravillas del mundo. Pero ¡qué diablos! Me sublevan estos pseudo-referendum a través de internet en el que el más votado no es el mejor sino el más hábil en movilizar fans a través de la redes sociales (ya sea para elegir una maravilla del mundo o el mejor blog sobre ganchillo y punto de cruz). Y me subleva que se invoquen conceptos nobles como la conservación de la naturaleza o la protección del patrimonio de la Humanidad, capaces de agitar los sentimientos de cualquiera, para lo que en realidad es una campaña mediática y lucrativa de una empresa privada.
El dragón de Komodo, el habitante más extraño de esta isla de Indonesia
¿La isla de Komodo, en Indonesia, una de las siete maravillas del mundo por la riqueza de fauna que atesora? El que lo diga es que no ha estado en las islas Galápagos. Las cataratas de Iguazú son realmente maravillosas. Pero ni más ni menos que las cataratas Victoria, en el río Zambeze.
Las cataratas de Iguazú hacen frontera entre Argentina y Brasil
La elección se llevó a cabo mediante voto individual a través de internet, SMS y llamada telefónica sobre 28 finalistas de un total de454 nominadas por suscripción popular. La UNESCO y otras instituciones ya criticaron la primera movida de Weber, la elección de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, por su falta de rigor científico y porque "no es suficiente reconocer el valor emocional de algunos sitios". Los forofos de la votación por internet argumentan que es más democrático que lo elijan 100 millones de personas (la cifra queNew7wonders Foundation da de participantes en la elección) que unos cuantos expertos de la UNESCO. Pero es que los expertos, aparte de guiarse por parámetros científicos y mensurables, no elaboran una lista exclusiva de siete y dejan fuera a los demás. Cada año otorgan el título de Patrimonio de la Humanidad a nuevos lugares que lo merecen. Hasta un total, por el momento, de 936 lugares de todo tipo en 153 países diferentes. Todos ellos pueden beneficiarse de las ayudas y del tirón mediático que da el galardón. Y no solo siete elegidos de forma sospechosa. De todas formas, no es necesario que la UNESCO critique a New7wonders para desacreditarlos. Un sistema de elección que premia al Cristo del Corcovado de Río de Janeiro (Brasil) como una de las siete maravillas del mundo... es que es manifiestamente mejorable.
Sin embargo, pones en Google "siete maravillas del mundo" y salen cientos y cientos de web y blogs que se limitan a copy-paste de la publicidad de Weber, sin el más mínimo resquicio a la crítica o al análisis del porqué esta elección arbitraria. Y de la necesidad de ordenar y numerar todo, hasta las maravillas. ¿Necesitamos que sean realmente siete?
New7wonders ya calienta motores para la siguiente boutade: las siete ciudades-maravilla del mundo. ¿Qué inventarán después? ¿las siete mejores tortilla de patata? ¿las siete mejores torres inclinadas de Pisa?. Lo importante es que el negocio no pare.
¿Te gustan las siete maravillas elegidas? ¿te parece bien el sistema de elección y sus consecuencias?