La premisa de la dieta de la longevidad seduce por su sencillez: cortar el consumo de calorías muy por debajo de tu dieta habitual añadirá años a tu vida.
Sin embargo, una nueva investigación publicada el miércoles, demuestra todo lo contrario. Una dieta extrema no aumenta la esperanza de vida en los monos rhesus, los parientes más cercanos al hombre que lo han probado en un estudio riguroso de larga duración. Aunque sigue habiendo prevenciones, hubo expertos que consideraron los resultados como definitivos, especialmente cuando se combinaron con otros de un estudio parecido.
"Si hay alguna forma de manipular la dieta humana para permitirnos vivir más tiempo, o aún no la hemos encontrado o no existe", dijo el biólogo Steven Austad, del Instituto de Longevidad y Estudios de Envejecimiento de la Universidad de Texas, quien escribió el análisis del estudio en la revista Nature.
Desde 1934, las investigaciones han mostrado que las ratas de laboratorio, ratones, levaduras, moscas de la fruta y gusanos redondos alimentados con entre un 10 y un 40 por ciento menos de calorías que sus compañeros alimentados libremente vivieron un 30 por ciento más. En algunos estudios, llegaron a vivir el doble de tiempo.
Estos resultados han generado una comunidad cada vez más grande de creyentes que buscan una mejor salud y una vida más larga a través de dietas con calorías limitadas (CR), tal y como prometió en 2005 el libro "La dieta de la longevidad", incluyendo a 5.000 miembros de la Sociedad Internacional de CR. La investigación también ha llevado a empresas como Procter & Gamble y Nu Skin Enterprises a desarrollar medicamentos que imiten los efectos de la restricción calórica.
El nuevo estudio, del Instituto Nacional del Envejecimiento, perteneciente al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, sugiere una sorprendente falta de conexión entre salud y esperanza de vida. Halló que la mayoría de los 57 monos a los que se les aplicó una restricción de calorías tuvieron unos corazones más sanos además de menores tasas de diabetes, cáncer y otras enfermedades que los 64 monos bajo control. Pero no hubo correlación con la longevidad.
"Se puede argumentar que los animales sometidos a una dieta de calorías limitadas son más sanos", dijo Austad. "Tienen mejores perfiles de colesterol, menos pérdida de músculo y menos enfermedades. Pero esto no se tradujo en una mayor longevidad. Lo que aprendemos de esto es que se puede desvincular salud de longevidad".
SISTEMAS INMUNES MÁS JÓVENES, MENOS ENFERMEDADES CARDIACAS
El estudio de la NIA, lanzado en 1987, es uno de los dos que investigan si el consumo de sólo un 70 por ciento de las calorías de una dieta estándar aumentarían la vida de un primate. Un estudio del Centro de Investigación Nacional de Primates de Wisconsin, iniciado en 1989, también utiliza los monos rhesus, cuya fisiología, genética y esperanza de vida media (27 años) son más próximos a los humanos que los roedores.
Los primeros resultados fueron prometedores. En 2006, el grupo NIA informó que los monos con una dieta de calorías limitadas tenían sistemas inmunes en apariencia más jóvenes. Wisconsin informó que después de 20 años comiendo como pájaros, los monos tenían menos probabilidad de padecer enfermedades del corazón, diabetes, cáncer y otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
También vivieron más: en 2009, el 80 por ciento de los monos alimentados libremente habían muerto por enfermedades relacionadas con la edad, frente al 50 por ciento de los alimentados con una dieta más restrictiva. Aquellos resultados, que los científicos publicaron en su momento, mostraron que "las dietas de calorías limitadas ralentizan el envejecimiento de una especie de primates".
Expertos en envejecimiento han esperado desde entonces al veredicto del NIA para opinar y éste fue sorprendente: "Los monos con dietas calóricas restringidas no vivieron más que los otros monos", dijo a Reuters Julie Mattison del NIA, que dirigió el estudio.
Los animales más mayores de cada grupo tuvieron la misma incidencia de tumores, enfermedades cardiacas y deterioro en general. Aunque los monos abstemios habían mejorado algunos indicadores de salud como los niveles de colesterol y triglicéridos, dijo Mattison, "lo que no se tradujo en una mejor supervivencia".
Quizá más sorprendente fue el hecho de los indicadores de salud fueron a menudo peores en los monos que comenzaron la dieta de calorías limitadas cuando eran jóvenes que los adultos, lo contrario de lo que esperaban los científicos. Y más de los que comenzaron la restricción de calorías cuando eran jóvenes murieron de causas no relacionadas con el envejecimiento que los que comieron libremente.
"Puede que haya algo sobre la restricción de calorías que haga a los animales más susceptibles a la muerte por otras causas", dijo Austad.
(Información de Sharon Begley; Traducido por Leticia Núñez)